Primero nuestros clientes

“Mis más sincero agradecimiento a todo el equipo del astillero por el profesionalismo y  muy buen trabajo realizado”. Estas son las palabras con las que recientemente, uno de nuestros clientes calificó las tareas que realizamos para el mantenimiento de su embarcación.

Nuestro equipo realizó estos trabajos, con la actitud y calidad que caracteriza a la cultura de nuestra empresa Infraestructura y Servicios Portuarios, ISP.

Los equipos técnicos certificados rehabilitaron exitosamente la embarcación, siempre atentos a las necesidades del cliente, de acuerdo a la planeación y tiempos establecidos.

ISP demuestra una vez más por qué puede considerarse uno de los astilleros más confiables del Pacífico Mexicano.

“Reina,  le decía a su esposa-, vamos a hacer vino y lo vamos a nombrar en tu honor”.

Ella sabía que si lo decía, lo iba a hacer, porque esa fue siempre su visión de negocios… Y así fue.  Ambos arquitectos, emprendedores, forjadores junto a sus hijos del desarrollo empresarial de Baja California, habían consolidado desde su empresa Amaya Curiel, diversos proyectos inmobiliarios e industriales que han trascendido en el tiempo. 

La idea de los Vinos de la Reina pronto se convirtió en una oportunidad de homenajear la generosidad de Baja California y hoy en día es una empresa de gran importancia para el Grupo, ganadora de premios internacionales por su calidad, y reconocida por sus increíbles espacios y su hospitalidad.

El Valle de Guadalupe y el de San Vicente son casa de esta empresa, ahora bajo el liderazgo de la siguiente generación, que conserva la pasión y la energía de sus orígenes, y consolida día a día la oferta del viñedo y sus productos.

El vino es una industria estratégica en Baja California y para Grupo Amaya Curiel es un orgullo contribuir en ella.

Son las 6 de la tarde y el sol empieza a caer despacio sobre el azul intenso del mar que toca el naranja y amarillo del cielo. El andador empedrado rodea un mundo de olas y enormes rocas en Villas Punta Piedra, un exclusivo desarrollo de Grupo Amaya Curiel, a unos minutos de Ensenada, Baja California.

Villas Punta Piedra es uno de los fraccionamientos con mayor plusvalía en el estado. Creado con la visión de establecer una comunidad privada frente al mar y a pocos minutos del afamado Valle vitivinícola de Guadalupe, el residencial mantiene su oferta, construyendo casas para un estilo de vida inigualable.

Grupo Amaya Curiel diseñó el fraccionamiento como parte de su Proyecto inmobiliario, con el que ha contribuido durante más de 40 años al desarrollo de Baja California. Hoy, Punta Piedra es sinónimo de belleza y buen gusto. No hay otro igual en esta zona.

Los valores que caracterizan al grupo se aplican también en este desarrollo: orientación a las necesidades del cliente, calidad, seguridad. 

Punta Piedra será siempre una insignia de la vision de los fundadores de Amaya Curiel.

Favorecer el desarrollo de las comunidades es hoy una tarea con la que las empresas están cada vez más comprometidas. Líderes, empleados, proveedores, clientes…  todos forman parte del ecosistema en el que se desenvuelven, y el bienestar de la comunidad es parte de la responsabilidad corporativa que asumen quienes operan de forma sustentable.

Para Grupo Amaya Curiel, la sustentabilidad es uno de sus principales valores. La operación de acuerdo a políticas ambientales, el apoyo a la comunidad en proyectos para la protección del medio ambiente, así como el apoyo a diversas causas sociales, forma parte de su agenda de negocios.

Además de las causas ambientales, el Grupo se ha comprometido a fondo con la educación y promoción de las Artes. Desde hace varios años, opera la Escuela de Formación Escénico Vocal Ja’sit, un proyecto para la educación de jóvenes cantantes de música académica.  

Esta organización tiene como objetivo impactar a la comunidad a través de la música, estimulando el talento y generando oportunidades para los jóvenes, fomentando valores y experiencias que los impulsen a tener una más amplia visión de futuro.

Ja’sit es una puerta a nuevas posibilidades, un camino que Amaya Curiel abre para ayudar a los jóvenes a pensar en grande, a ampliar sus expectativas de lo posible, a cambiar el mundo, una voz a la vez.

Estaba abandonado en el mar frente al puerto de Ensenada. Tenía 47 mil toneladas de Bauxita, un mineral que se utiliza en algunos procesos industriales y 274 mil litros de combustible alto en azufre y aguas aceitosas. El departamento de máquinas se encontraba totalmente inundado. Por el estado en que estaba, podría hundirse en cualquier momento. El barco granelero de 190 metros de eslora estaba anclado cerca de la toma de agua de la planta desalinizadora de la ciudad, por lo que su hundimiento en la Bahía de Ensenada hubiera sido catastrófico para su operación, así como para la flora y fauna marina.

En ISP, nos comprometimos con la autoridad a realizar el salvataje de la embaración. Fue un proceso de alta complejidad en el que participó un equipo de especialistas que incluía ingenieros, buzos, electricistas, soldadores, opradores, tripulación y remolcadores. La intención era remolcarlo a una terminal para su resguardo, evitando a toda costa el derrame de cualquier material contaminante.

Fueron semanas de presión y riesgo, pero los encargados del proyecto enfrentaron cada reto que se iba presentando con creatividad y gran responsabilidad. Así, el 30 de diciembre de 2020, el B/M TRIUMPH llegó a nuestras instalaciones portuarias, donde se fondeó y aligeró la embaración, y los materiales peligrosos fueron puestos a resguardo.

Para nuestro astillero, la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente es uno de nuestros valores, por lo que el salvataje del B/M TRIUMPH es un proyecto que nos enorgullece por lo que representa para nuestra comunidad.